Aunque hay pasajeros a bordo, una azafata veterana no se contiene y comienza a acosar a la novata en pleno vuelo. Al principio, la novata acepta el contacto físico pensando que se trata de un gesto profesional o inocente… pero, para su sorpresa, la situación deriva en un juego lésbico. Mientras intenta procesar lo que está ocurriendo, el acoso se vuelve cada vez más intenso: besos furtivos, caricias íntimas y eyaculación femenina dentro del avión.